La hidratación en el deporte es un tema que
abarca muchas vertientes, existen factores que influyen directamente en
las cantidades a ingerir como el tipo y duración de la actividad física, las
características del ambiente y las cualidades propias de cada individuo.
Por otro lado, el agua en nuestro organismo en
función con la práctica del ejercicio cumple importantes funciones como la
refrigeración, eliminación de desechos metabólicos, lubricación de las
articulaciones, así como también ayuda a la transportación y absorción de
nutrientes, entre otros.
Aquí tienes unos consejos ideales para una buena hidratación:
- Es importante hidratarse antes, durante y después del ejercicio. En términos generales es recomendable beber 500 ml dos horas antes del ejercicio, entre 100-150 ml cada 15-20 minutos durante el ejercicio, y 500 ml después del ejercicio.
- La sed es un síntoma tardío de deshidratación en nuestro organismo. No hay que esperar a tener sed, porque ésta no aparece hasta que se ha perdido un 1 ó 2% del agua corporal, es decir cuando ya estamos deshidratados y el rendimiento ha comenzado a disminuir.
- Para actividad física de baja o moderada intensidad y de menos de una hora con baja sudoración, será suficiente con beber agua, en lo posible beber unos 500 ml antes, durante y después de la actividad.
- Para actividades de alta intensidad o larga duración con sudoración excesiva es recomendable tomar bebidas isotónicas, las cuales ayudan a prevenir la fatiga al reponer líquidos, sales minerales y glucosa, contribuyendo de esta manera a una mejora del rendimiento físico. A mayor sudoración, más agua, sales minerales y glucosa que reponer.
- Evitar tomar bebidas con cafeína antes del ejercicio: tienen efectos diuréticos que pueden acentuar la deshidratación.
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